¿Qué son los trastornos psicológicos alimentarios?

Por lo general, el paciente afectado por el trastorno de la alimentación y la nutrición posee un modo de pensamiento erróneo que se refiere a sí mismo, al mundo y a los demás que induce círculos viciosos que se repiten, tal como lo explica el prof. Adriano Spada Chiodo, CEO de Osi Holding Group S.A. y responsable de Osi Mental Clinic.

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El profesor explica que los trastornos de la alimentación y de la nutrición, como han sido redefinidos desde la última edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V), son «caracterizados por comportamientos inherentes a la alimentación que tienen como resultado un consumo o absorción alterados de alimentos y que comprometen significativamente la salud física o el funcionamiento psicosocial.

La relación con la comida y con el propio cuerpo es el centro de estas psicopatologías comunes por diversas características psicológicas y conductuales, pero que difieren por el curso clínico, desenlace y necesidad de tratamiento.

DIFUSIÓN

El Doctor nos explica que según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V) Los trastornos más encontrados son la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y el Trastorno por Binge Eating.

la población afectada, que representa más de la mitad de la población, es de entre 12 y 25 años.

Los dos primeros afectan más al sexo femenino que al masculino con una proporción de 10:1, pero esto no excluye una preocupante y creciente influencia sobre el sexo masculino; el «Binge Eating» término inglés que define las «ATRACADAS«, en cambio, ve una incidencia mucho menos asimétrica entre los dos sexos, pero una fuerte aparición entre las personas que requieren tratamiento para la pérdida de peso en comparación con la población general y que se distinguen de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa por los diferentes grupos de edad en los que son más frecuentes, La mayoría de las personas afectadas tienen entre 30 y 50 años.

La causa es de tipo multifactorial: están implicados factores temperamentales, ambientales, genéticos y fisiológicos; por esto cada trastorno se expresa a través de diferentes síntomas basados también en la historia individual de cada persona.

TIPOS DE MOLESTIAS

El profesor nos explica los diversos trastornos psicológicos alimentarios, como:

La Anorexia Nerviosa (AN) presenta tres características esenciales: una reducción significativa de las calorías asumidas, un intenso miedo a aumentar de peso (incluso en condiciones de bajo peso) y una percepción alterada de sí misma relativa al peso y a la forma del cuerpo, afectando a los niveles de autoestima.

Perder peso se vive como una conquista y un signo de extraordinaria autodisciplina; al contrario, el aumento de peso se convierte en sinónimo de fracaso y se percibe como una inaceptable falta de autocontrol.

La bulimia nerviosa (BN) se caracteriza por episodios recurrentes de atracón en el que la persona pierde el control, la aplicación de conductos compensadores para prevenir el aumento de peso y niveles de autoestima significativamente comprometidos por la forma y el peso del cuerpo. El antecedente más común de un atracón es una emoción negativa, pero las relaciones interpersonales estresantes, las restricciones dietéticas y el aburrimiento pueden ser otros factores desencadenantes.

 Los conductos de eliminación que se llevan a cabo incluyen vómitos autoinmunes, uso inapropiado de laxantes y actividad física excesiva: su efecto inmediato es la reducción del malestar físico y del miedo a aumentar de peso.

El Desorden de Alimentación Incontrolada (Binge Eating, BED – Lleno de comida) se caracteriza por episodios recurrentes de embutido seguido de fuertes experiencias de vergüenza y autodevaluación. No se llevan a cabo conductos de compensación o eliminación.

El BED es mucho más frecuente que la Anorexia y la Bulimia, sin embargo, se ha observado que este trastorno se subestima y a menudo no se trata, en detrimento de una mayor atención a la condición de obesidad (frecuentemente observada en estas personas). Sin embargo, la persona no sólo está expuesta a los riesgos relacionados con la obesidad, sino también a la posibilidad de desarrollar trastornos psiquiátricos que requieren un examen precoz (Kornstein, 2016).

TRASTORNOS RELACIONADOS

La investigación científica ha encontrado más vínculos entre los Trastornos de la Alimentación y de la Nutrición y algunos síndromes psiquiátricos: esta asociación hace más complejo el estudio del cuadro sintomático de cada individuo, pero también permite elegir un camino terapéutico personalizado y más preciso (Siracusano et al., 2003).

Ampliamente estudiada es la asociación con el Abuso de sustancias y dependencia de sustancias. Los trastornos de la alimentación pueden modificar o acentuar algunos rasgos de la personalidad. Algunos estudios han demostrado que los pacientes con Anorexia Nerviosa presentan con mayor frecuencia inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad al juicio negativo de los demás, mientras que los bulímicos tendrían dificultades en el control de los impulsos y en la regulación emocional. Un resultado interesante se observó en el caso del trastorno de Binge Eating: un alto porcentaje de sujetos presenta trastorno evitante, paranoide y borderline de personalidad (Stice et al., 2001) y trastorno histriónico (Yasnovky et al., 2003).

Se reconoce que los individuos con BED presentan a menudo también trastornos afectivos (Siracusano, 2003) y que el trastorno es tanto más grave cuanto lo son los síntomas: escasas relaciones interpersonales, impulsividad y vivencias depresivas. Los Trastornos del Estado de Ánimo y los Trastornos de Ansiedad han sido más investigados en sujetos con diagnóstico de NA y BN. En pacientes anoréxicos y bulímicos es frecuente un diagnóstico de Depresión Mayor (sentimientos de culpa, desesperación, sensación de inutilidad y niveles muy bajos de autoestima, irritabilidad e insomnio).

Los trastornos del estado de ánimo a veces pueden retrasar el curso favorable al tratamiento, pero sin impedir una recuperación completa mediante enfoques terapéuticos óptimos. En cuanto a los Trastornos de Ansiedad, la Fobia Social y la Fobia Específica parecen ser los dos diagnósticos más encontrados en sujetos con AN y BN, mientras que la correlación con el BED sigue siendo incierta. En la Bulimia Nerviosa, las conductas conductuales de bingeing (en exceso) y purging (eliminación) podrían tener un efecto ansiolítico; al mismo tiempo, una experiencia de ansiedad social podría ser el factor desencadenante de una insatisfacción general por su cuerpo, una premisa de los consiguientes oleoductos y compensadores (Bulik et al., 1997).

FACTORES DE PROTECCIÓN

El Profesor Spada Chiodo explica que los trastornos de la alimentación, en particular la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, son uno de los problemas de salud más comunes en los jóvenes, sobre todo en las chicas. La tendencia es no considerar esto como una verdadera enfermedad, se atribuye la causa sólo a factores personales, sociales y familiares al considerar a las personas afectadas casi responsables de su condición, llevándolas a no buscar ayuda y cuidados, cuando también se hayan demostrado factores biológicos y hereditarios. Los trastornos alimentarios son una de las causas más importantes de discapacidad en las mujeres jóvenes, por lo que es importante reducir en la medida de lo posible la incidencia y la cronización de estos trastornos.

La prolongación de estos trastornos de la adolescencia a la primera edad adulta puede comprometer el equilibrio emocional en un momento particularmente delicado y difícil del desarrollo de la persona. A menudo se cuestionan las causas de estos trastornos, en realidad diversos factores de riesgo contribuyen a la aparición de la patología: psicológicos, genéticos, temperamentales, sociales, culturales, etc.

TRATAMIENTO

El Doctor SPADA CHIODO, nos explica, generalmente el paciente afectado por el trastorno de la alimentación y de la nutrición posee un modo de pensamiento erróneo que se refiere a sí mismo, al mundo y a los demás que induce círculos viciosos que se repiten. El objetivo del tratamiento es el de prevé la identificación de los estados emocionales que pueden desencadenar los atracones, favoreciendo el desarrollo de modalidades más funcionales para hacerle frente. Se hace hincapié en la capacidad de comer adecuadamente, limitando los excesos, pero también concediendo pequeñas desviaciones de la regla, y los pacientes reciben información sobre los riesgos relacionados con la obesidad, los efectos beneficiosos de la actividad física y el valor calórico de los alimentos.

También resultan útiles terapias de grupo que permiten compartir problemas con otras personas, favoreciendo la superación de la vergüenza de sí mismo y de los propios comportamientos patológicos. Además, se ha demostrado la eficacia de algunas clases de medicamentos, pero ha sido muy limitada si se aplica sin una vía terapéutica de rehabilitación (Grilo et al., 2005). A pesar de que los trastornos de la nutrición y la nutrición presentan diferentes patrones sintomáticos y psicopatológicos, un enfoque integrado (psicoterapia y apoyo farmacológico) parece que en la mayoría de los casos es el camino más útil para restablecer un equilibrio funcional entre mente y cuerpo.

El Autor: El Prof. Dr. Adriano Spada Chiodo, Profesor Universitario de Psicología Clínica & Profesor Universitario de Mental Coach International, presidente CEO de OSI HOLDING GROUP S.A.  y responsable de OSI MENTAL CLINIC.

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