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En un viaje sorpresa no anunciado en la agenda de la Casa Blanca, el presidente estadounidense Joe Biden llegó a Kiev el pasado lunes 20 de febrero, donde fue recibido por su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski en un encuentro sin precedentes.
Aparentemente tranquilo, el paseo por el centro de Kiev fue en realidad una visita a una zona de guerra, como lo indicaban los restos de tanques de guerra rusos y otros vehículos blindados destruidos.
Esta visita tuvo lugar a pocos días de cumplirse un año de la invasión rusa de Ucrania, y fue interpretada como un fuerte mensaje de apoyo por parte de Biden.
El encuentro, calificado por Zelenski como «la visita más importante en toda la historia de las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos», también anunció una ayuda militar de 500 millones de dólares de Estados Unidos a Ucrania. Este viaje fue el más arriesgado de Biden durante su mandato y el primero en 15 años de un presidente estadounidense a la capital ucraniana.
