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Después de 296 horas del terremoto que sacudió el sur de Turquía y el noroeste de Siria, los rescatistas encontraron con vida a un niño y dos adultos bajo los escombros de un edificio que colapsó durante el sismo del 6 de febrero en la ciudad turca de Antioquía. Aunque fueron trasladados rápidamente para recibir atención médica, el niño murió horas después por deshidratación.
A pesar de que los expertos indican que la mayoría de los rescates exitosos se producen en las primeras 24 horas del desastre, la supervivencia también depende de la posición en la que se encuentre la persona y el acceso al aire y agua.
Sin embargo, la tragedia continúa en la región, considerada por la ONU como el peor suceso en una década, con la cifra conjunta de fallecidos superando los 46.000. En suelo turco se registraron alrededor de 40.642 muertes, mientras que en Siria el número informado de fallecidos es de cerca de 5.800, cifra que no ha variado en los últimos días. Se espera que la cantidad de víctimas aumente, ya que miles de personas siguen desaparecidas, y se estima que alrededor de 345.000 apartamentos fueron destruidos solo en Turquía.
El cuerpo del futbolista ghanés Christian Atsu fue hallado bajo los escombros de una residencia en la ciudad turca de Hatay, una de las más afectadas por los movimientos telúricos.
Christian Atsu, quien tuvo una carrera profesional jugando para equipos como Oporto, Chelsea, Newcastle y Málaga, entre otros, falleció en el terremoto. A la edad de 31 años, su cuerpo fue recuperado por los rescatistas y su agente, Nana Sechere, confirmó la noticia y envió sus condolencias a la familia y seres queridos de Atsu.
Aunque muchos equipos de emergencia internacionales han abandonado la zona afectada por el terremoto, los rescatistas locales continúan trabajando en ambos lados de la frontera.
