Participación Inconsulta ¿Es necesario un nuevo mercado de mariscos?

En septiembre de 2020 mientras la pandemia arreciaba con las medidas de restricción a causa de la Covid-19 en pie en nuestro país y en medio de críticas por un proyecto que buscaba la recuperación de playas en el distrito de Panamá, el alcalde capitalino, José Luis Fábrega, manifestaba su intención de desistir de éste ya que por la emergencia sanitaria se hacía necesario establecer prioridades. Para muchos, la nueva playa era un proyecto que parecía descabellado dado que la economía estaba prácticamente paralizada y las recaudaciones eran casi nulas.

La premisa era usar los recursos para ayudar a quienes habían sido afectados y dar prioridad a la Pandemia. Fábrega acompañó su decisión de no seguir con el proyecto costero con el anuncio de la elaboración de varios proyectos, entre ellos los policentros de salud en el área Norte y Este de la ciudad, dos mercados periféricos, uno en Chilibre y otro en la 24 de Diciembre y la construcción de un nuevo Mercado del Marisco; este último volvió a encender las alarmas y la opinión pública nuevamente miró con recelo a las ideas planteadas por el alcalde de Panamá.

Tras revelarse algunos detalles sobre el proyecto como el costo del nuevo mercado, unos 43 millones de dólares, surgieron varios señalamientos, denuncias e incluso una demanda en la Corte Suprema de Justicia y la solicitud de un amparo de garantías, seguido de un sinnúmero de críticas por la gestión alcaldicia, falta de obras municipales y desconexión con las necesidades reales del distrito.

Con respecto a la propuesta del nuevo mercado, el alcalde Fábrega planteaba la necesidad de este dado a la falencia que registra la ciudad en temas de alimentación. Sustentó que eliminaría el encarecimiento de los alimentos ya que se venderían sin intermediario; además, un nuevo mercado de mariscos representaría más espacio para los pescadores. Pese a ello, la intención de tomar espacio de la Cinta Costera (porque allí se tiene pleanea construir), un lugar para muchos de los pocos aptos para el libre tránsito de peatones en la ciudad, hizo que varias personas más se mostraran inconformes con la idea de un nuevo mercado.

No obstante, quizás el punto más importante de este tema sea el hecho de no haber contado con una cantidad representativa de participación de ciudadanos, y más para un proyecto de tal envergadura y con un presupuesto estimado de 43 millones de dólares, casi el 14% del presupuesto municipal total para el distrito de Panamá.

Sólo 22 personas asistieron al acto de consulta pública, que ha sido señalado como incoherente con lo expuesto en el Artículo 84 del Decreto Ejecutivo No 10 del 06 de enero de 2017, que trata sobre descentralización y reglamenta la Ley 37 de 29 de junio de 2009. Allí se expresa de manera explícita que la convocatoria debe ser amplia, sin embargo, grupos como “Consulta Ciudadana”, que aglutina a individuos particulares de la sociedad civil, sugieren que el proceso de divulgación fue laxo e informal.

Por otra parte, hay quienes no ven sentido en la construcción de un nuevo mercado ya que el existente a penas fue restaurado y remodelado en la administración anterior. El exalcalde capitalino (1989 – 1991), Guillermo Cochez, mismo que inició la gestión para la construcción del mercado de marisco actual que se logró construir con fondos donados por el gobierno de Japón, expresó que llegó a reunirse con el alcalde Fábrega para plantearle la idea de mejorar el número de estacionamientos con acceso al mercado en lugar de crear uno nuevo.

En tanto, el arquitecto Álvaro Uribe, quien también es urbanista, no está de acuerdo con tomar parte del espacio público para colocar infraestructura que reste a la movilidad del peatón. Plantea que en la ciudad, a penas hay espacio público para moverse con libertad y aunque pueda llegar a ser importante una obra como esta, no debe tomarse del espacio adecuado al peatón para la construcción de una obra con una finalidad distinta.

Además de todo lo expuesto, hay quienes consideran que las obras municipales deben ir en función del beneficio de todos los corregimientos del distrito. Centralizar los fondos en un solo corregimiento, con un presupuesto creado, precisamente para la no equiparación de algunos sectores de la ciudad, es una decisión torpe. El reclamo de algunos ciudadanos va en función del elevado monto destinado para el proyecto cuando con la misma cantidad podría hacerse distintos mercados y/u otros proyectos en sectores con mayores necesidades.

Es importante mencionar que intentamos tener declaraciones de las autoridades municipales. Contactamos con la vicealcaldesa del distrito de Panamá, Judy Meana, quien también es la directora de comunicación del municipio, y aunque nos respondió, sólo nos dio un contacto a quien nos pidió que insistiéramos. Lastimosamente, nunca hubo respuesta de dicho contacto, pese a que le escribimos en reiteradas ocasiones, los mensajes del WhatsApp, sólo se marcaban en azul, en visto, pero ni un “hola” recibimos como respuesta.

Debido a que no hubo respuestas, recurrimos a llevar una carta formal al Municipio, fechada el 26 de septiembre de 2022, donde solicitábamos una entrevista formal. Sin embargo, a la fecha de la publicación de este artículo (22 de octubre de 2022), no hemos recibido respuesta.  También escribimos al presidente del Concejo Municipal de Panamá, quien también es el representante de Calidonia y no hubo respuesta alguna.

Las demandas legítimas de un sector de la población del distrito se han claras al ver el proceso que está diseñado para crear desconfianza en la gestión de gobierno. Si se lleva una gestión más transparente y participativa es probable que exista menos suspicacia y menos suposiciones sobre la forma en que se administran los bienes públicos.

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